Organizaciones, Concepto de administración, primeras Escuelas de Administración, Áreas Funcionales de la empresa
Escuela de las Relaciones Humanas
La escuela de las relaciones humanas o escuela humanística de la administración es una corriente administrativa que surgió en la década de 1920 a partir de experimentos realizados por Elton Mayo.
Al llamado experimento de Hawthorne se le dio este nombre por un estudio realizado por Elton Mayo y un ingeniero para determinar el impacto de las prácticas de trabajo en los trabajadores de la a compañía llamada Western Electric Company entre los años de 1924 y 1932 situada en el barrio de Hawthorne en Chicago, Illinois, Estados Unidos.
George Elton Mayo, principal exponente de esta escuela de administración, nació el 26 de diciembre 1880, en Adelaida, Australia y falleció el 7 de septiembre 1949 Guildford (Reino Unido).
Fue un teórico social, sociólogo y psicólogo industrial especializado en teoría de las organizaciones, las relaciones humanas y el movimiento por las relaciones humanas. Su interés primordial fue estudiar los efectos psicológicos del crecimiento que podían producir las condiciones físicas del trabajo en relación con la producción.
En el momento en que aparece esta teoría había una gran necesidad de humanizar la administración, y superar la idea mecanicista de la teoría clásica y la científica.
Sus principales aspectos a destacar son la aparición de los enfoques humanísticos en la administración, surgen alternativas como oposición a la teoría clásica de la administración y se mantiene gracias al desarrollo de las ciencias sociales. Se crea la psicología del trabajo.
Entre los principales exponentes de esta escuela fueron Elton Mayo, John Dewey y Kurt Lewin, Roethlisberger.
TEORÍA DE LAS RELACIONES HUMANAS
La teoría de las relaciones humanas (también denominada escuela
humanística de la administración), desarrollada por ELTON MAYO y sus colaboradores, surgió en los Estados Unidos como
consecuencia inmediata de los resultados obtenidos en el experimento en una
Fábrica de Western Electric Company en Hawthorne, Chicago. Fue básicamente un
movimiento de reacción y de oposición a la teoría clásica de la administración.
La teoría clásica pretendió desarrollar
una nueva filosofía empresarial, una civilización industrial en que la
tecnología y el método de trabajo constituyen las más importantes
preocupaciones del administrador. A pesar de la hegemonía de la teoría
clásica y del hecho de no haber sido cuestionada por ninguna otra teoría
administrativa importante durante las cuatro primeras décadas de este siglo,
sus principios no siempre se aceptaron de manera sosegada, específicamente entre
los trabajadores y los sindicatos estadounidenses.
En un país eminentemente democrático como los
Estados Unidos, los trabajadores y los sindicatos vieron e interpretaron la
administración científica como un medio sofisticado de explotación de los
empleados a favor de los intereses patronales.
La investigación de Hoxie fue uno de los
primeros avisos a la autocracia del sistema de Taylor, pues comprobó que la
administración se basaba en principios inadecuados para el estilo de vida
estadounidense.
En consecuencia, la teoría de las relaciones humanas surgió de la necesidad de
contrarrestar la fuerte tendencia a la deshumanización del trabajo, iniciada
con la aplicación de métodos rigurosos, científicos y precisos, a los cuales los
trabajadores debían someterse forzosamente.
Orígenes de la Teoría de las relaciones humanas
Las cuatro principales causas del surgimiento de
la teoría de las relaciones humanas son:
La
necesidad de humanizar y democratizar la administración, liberándola de los
conceptos rígidos y mecanicistas de la teoría clásica y adecuándola a los
nuevos patrones de vida del pueblo estadounidense. En este
sentido, la teoría de las relaciones humanas se convirtió en un movimiento
típicamente estadounidense dirigido a la democratización de los conceptos
administrativos.
El
desarrollo de las llamadas ciencias humanas, en especial la psicología y la
sociología, así como su creciente influencia intelectual y sus primeros
intentos de aplicación a la organización industrial. Las
ciencias humanas vinieron a demostrar, de manera gradual, lo inadecuado de los
principios de la teoría clásica
Las ideas
de la filosofía pragmática de John Dewey y de la psicología dinámica de Kart
Lewin, fueron esenciales para el humanismo en la administración. Elton
Mayo es considerado el fundador de la escuela; Dewey, indirectamente, y Lewin,
de manera más directa, contribuyeron bastante a su concepción. De igual modo,
fue fundamental la sociología de Pareto, a pesar de que ninguno de los autores
del movimiento inicial tuvo contacto directo con sus obras, sino apenas con su
mayor divulgador en los Estados Unidos en esa época.
Las
conclusiones del experimento de Hawthorne, llevado a cabo entre 1927 y 1932
bajo la coordinación de Elton Mayo, pusieron en jaque los principales
postulados de la teoría clásica de la administración.
El experimento de Hawthorne
A partir de 1924 la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos
inició algunos estudios para verificar la correlación entre productividad e
iluminación en el área de trabajo, dentro de los presupuestos clásicos de
Taylor y Gilbreth.
Un poco antes, en 1923, Mayo había dirigido una investigación en una fábrica
textil próxima a Filadelfia. Esta empresa, que presentaba problemas de
producción y una rotación anual de personal cercana al 250%, había intentado
sin éxito poner en marcha varios esquemas de incentivos. En principio, Mayo introdujo
un periodo de descanso, dejo a criterio de los obreros la decisión de cuando
deberían parar las máquinas, y contrató una enfermera. Al poco tiempo surgió un
espíritu de solidaridad en el grupo, aumento la producción y disminuyo la
rotación.
En 1927 el Consejo Nacional de Investigación inició un experimento en una
fábrica de la Western Electric Company, situada en Chicago, en el barrio de
Hawthorne, con la finalidad de determinar la relación entre la intensidad de la
iluminación y le eficiencia de los obreros en la producción. Ese experimento,
que se volvería famoso, fue coordinado por Elton Mayo; luego se aplicó también
al estudio de la fatiga, de los accidentes en e trabajo, de la rotación de
personal (turnover) y del efecto de las condiciones físicas del trabajo sobre
la productividad de los empleados. Los investigadores verificaron que los
resultados del experimento fueron afectados por variables psicológicas.
Entonces, intentaron eliminar o neutralizar el factor psicológico, extraño y no
pertinente, lo cual obligó a prolongar el experimento hasta 1932, cuando fue
suspendido por la crisis de 1929.
La literatura relacionada con el experimento de Hawthorne es abundante. La
Western Electric, empresa de fabricación de equipos y componentes telefónicos,
desarrollaba en la época una política de personal dirigida hacia el bienestar
de los obreros, pagaba salarios satisfactorios y brindaba buenas condiciones de
trabajo. En su fábrica, situada en Hawthorne, había un departamento de montaje
de relés de teléfono, en el cual trabajaban jóvenes empleadas (montadoras) que
realizaban tareas simples y respectivas que exigían gran rapidez. El montaje de
relés era ejecutado sobre una base sostenida por cuatro tornillos, en la cual
se colocaban las bobinas, las armazones, los muelles de contacto y los
aislantes eléctricos. En la época, una empleada montaba cinco relés cada seis
minutos. La empresa no estaba interesada en aumentar la producción, si no en
conocer mejor a sus empleados.
Primera fase del experimento de Hawthorne.
Durante la primera fase del experimento se seleccionaron dos grupos de obreras
que ejecutaban la misma operación, en condiciones idénticas: un grupo de
observación trabajó bajo intensidad variable de luz, mientras que el segundo de
control trabajó bajo intensidad constante.
Se pretendía averiguar qué efecto producía la iluminación en el
rendimiento de los obreros. Los observadores no encontraron una relación
directa entre las variables, sin embargo, verificaron con sorpresa la
existencia de otras variables difíciles de aislar, una de las cuales fue el
factor psicológico: las obreras reaccionaban al experimento de acuerdo con sus
suposiciones personales, o sea, se creían en la obligación de producir más
cuando la intensidad de la luz aumentaba, y producir menos cuando disminuían.
Ese hecho se obtuvo al cambiar las lámparas por otras de la misma
potencia, aunque se hizo creer a las obreras que la intensidad de la luz
variaba, con lo cual se verificó un nivel de rendimiento proporcional a la
intensidad de la luz bajo la cual aquellas suponían que trabajaban.
Se comprobó la
primacía del factor psicológico sobre el fisiológico: la
relación entre condiciones físicas y la eficiencia de los obreros puede ser
afectada por condiciones psicológicas.
Al reconocer la existencia del factor psicológico, solo en cuanto a su
influencia negativa, los investigadores pretendieron aislarlo o eliminarlo del
experimento por considerarlo inoportuno.
Entonces extendieron la experiencia a la verificación de la fatiga en el
trabajo, al cambio de horarios, a la introducción de periodos de descanso,
aspectos básicamente fisiológicos.
Segunda fase del experimento de Hawthorne.
(Sala de prueba para el montaje de relés)
La segunda fase comenzó en Abril de 1927. Para constituir el grupo de
observación (o grupo experimental) fueron seleccionadas seis jóvenes de nivel
medio, ni novatas, ni expertas: cinco montaban relés, mientras la sexta
suministraba las piezas necesarias para mantener un trabajo continuo.
La sala de pruebas estaba separada del resto del departamento (donde se
hallaba el grupo de control) por una división de madera.
La mesa y el equipo eran idénticos a los usados en el departamento, pero
tenían un plano inclinado con un contador de piezas individual que indicaba, en
una cinta perforada, la producción de cada joven.
La producción, fácilmente medible, se constituyó en el índice de
comparación entre el grupo experimental (sujeto a cambios en las condiciones de
trabajo) y el grupo de control (compuesto por el resto del departamento), que
continuaba trabajando siempre en las mismas condiciones.
El grupo experimental tenía un supervisor común, al igual que el grupo de
control, pero además contaba con un observador que permanecía en la sala,
ordenaba el trabajo y se encargaba de mantener el espíritu de cooperación de
las jóvenes.
Posteriormente, el observador contó con la colaboración de algunos
asistentes, a medida que se hacía más complejo el experimento.
A las jóvenes convocadas a participar en la investigación se les
aclararon completamente los objetivos de ésta: determinar el efecto de ciertos
cambios en las condiciones de trabajo (período de descanso, refrigerios,
reducción en el horario de trabajo, etc.).
Constantemente se les informaban los resultados, y se sometían a su
aprobación las modificaciones que fueran a introducirse. Se insistía en que
trabajasen con normalidad y pusieran voluntad en el trabajo. La investigación
llevada a cabo con el grupo experimental se dividió en doce periodos para
observar cuales eran las condiciones de rendimiento mas satisfactorias.
Durante varios períodos se fueron modificando las condiciones de trabajo,
remuneración y otros factores que afectaban a los grupos de referencia.
El experimento de la sala de montaje de
relés dejó algunas conclusiones:
Las jóvenes
manifestaban que les gustaba trabajar en la sala de pruebas porque era
divertido, y la supervisión menor rígida (opuesta a la rígida supervisión de
control en la sala de montaje) les permitía trabajar con más libertad y menos
ansiedad.
El ambiente
amistoso y sin presiones permitía conservar, lo que aumentaba la satisfacción
en el trabajo.
No había temor al supervisor. A pesar de que en la
sala de pruebas existía más supervisión que en el departamento (donde había
apenas un supervisor para un número mayor de obreras), la característica y el
objetivo de la supervisión eran diferentes y las jóvenes lo sabían muy bien.
En
especial, sentían que participaban en un
experimento interesante y que debían producir resultados que, aunque no los
conociesen bien, redundarían en beneficio de las demás compañeras de trabajo.
El grupo
experimental se desarrolló en el aspecto social. Las
jóvenes iniciaron amistad entre ellas, y dichas amistades se extendían más allá
del ambiente laboral. Las jóvenes se
preocupaban por las otras, acelerando su producción cuando alguna compañera se
mostraba cansada. Esto permitió comprobar que constituían un grupo.
El grupo
desarrolló liderazgo y objetivos comunes. Después que
salieron dos jóvenes del grupo original, una de las sustitutas se volvió
espontáneamente líder, ayudando a sus compañeras a alcanzar el objetivo común
de aumentar continuamente el ritmo de producción, a pesar de que constantemente
se les pedía que trabajaran con normalidad.
Tercera fase del experimento de Hawthorne. (Programa
de entrevistas)
Al poco tiempo los investigadores, preocupados por la diferencia de actitudes
entre las jóvenes del grupo experimental y las del grupo de control, fueron
apartándose del interés inicial de buscar mejores condiciones físicas de
trabajo y se dedicaron definitivamente a estudiar las relaciones humanas en el
trabajo.
Constataron que, en
el departamento, las jóvenes consideraban humillante la supervisión vigilante y
coercitiva. Sobre todo, verificaron que la empresa, a pesar de su política de
personal abierta, poco o nada sabía de los factores que determinan las
actitudes de las obreras frente a la supervisión, los equipos de trabajo y la
propia empresa.
De este modo, en Septiembre de 1928 se inició el programa de entrevistas
(interviewing program). Ese programa comprendían entrevistas con los empleados
para conocer mejor sus actitudes y sentimientos, escuchar sus opiniones en
cuanto a su trabajo y el tratamiento que recibían, e igualmente recibir sugerencias
que pudiesen ser aprovechadas en el entrenamiento de los supervisores.
Como el
programa fue muy bien acogido entre obreros y supervisores, y los resultados
fueron muy alentadores, la empresa creó la División de Investigaciones
Industriales en Febrero de 1929 para dirigir y ampliar el programa de
entrevistas, con el fin de realizarlas a todos los empleados anualmente.
Tratándose de una empresa con más de 40,000 empleados, tal plan era muy
ambicioso. Sin embargo, entre 1928 y 1930 fueron entrevistados cerca de 21,126
empleados.
En 1931 el sistema de entrevistas sufrió modificaciones: se adoptó la técnica
de entrevista no dirigida, que permitía que los trabajadores hablaran
libremente sin que el entrevistador desviara el asunto o intentara establecer pautas
previas.
Homans destaca que el programa de
entrevistas reveló la existencia de una organización informal de los obreros,
conformada para protegerse de cualquier amenaza de la administración contra su
bienestar.
Algunas manifestaciones de esa organización informal son:
Producción
controlada por estándares establecidos por los propios obreros, y que no eran
sobrepasados por ninguno de ellos.
Prácticas
no formalizadas de penalización que el grupo aplicaba a los obreros que
excedían aquellos estándares, por considerarlos saboteadores.
Expresiones
que dejaban ver la insatisfacción con respecto a los resultados del sistema de
pagos de incentivos por producción.
Liderazgo
informal de ciertos obreros que mantenían unidos los grupos y aseguraban el
respeto a las reglas de conducta.
Muestras de
satisfacción e insatisfacción exageradas ante las actitudes de los superiores
inmediatos por el comportamiento de los obreros.
Esta organización
informal permitía que los obreros estuvieran unidos y mantuvieran cierta lealtad
entre ellos. No obstante, los investigadores notaron que, muchas veces el
obrero también pretendía ser leal a la empresa.
Esa lealtad
dividida entre el grupo y la empresa podría ser motivo de conflicto, tensión,
inquietud y probablemente insatisfacción. Para estudiar ese
fenómeno, los investigadores desarrollaron una cuarta fase del experimento.
Cuarta fase del experimento de Hawthorne. (Sala de observación del
montaje de terminales)
Se escogió un grupo experimental -nueve operadores, nueve soldadores y dos
inspectores-, todos de la sección de montaje de terminarles para estaciones
telefónicas, el cual pasó a trabajar en una sala especial cuyas condiciones
eran idénticas a las del departamento. En la sala había un observador; fuera de
ésta, una persona entrevistaba esporádicamente a aquellos obreros. Ese
experimento, que pretendía analizar la organización informal de los obreros,
duró de Noviembre de 1931 a Mayo de 1932.
El sistema de pagos se fundaba en la producción del grupo: existía un salario-hora,
basado en innumerables factores, y un salario mínimo horario para el caso de
interrupciones en la producción. Los salarios sólo podían ser elevados si
aumentaba la producción total.
Una vez familiarizado con el grupo experimental, el observador pudo constatar
que los obreros se la sala utilizaban un conjunto de artimañas: cuando
alcanzaban lo que ellos juzgaban era su producción normal, reducían su ritmo de
trabajo.
Manipulaban el informe de producción, de manera que el exceso de
producción de un día podía acreditarse a otro día en que hubiese un déficit;
también, solicitaban pago por exceso de producción.
Se comprobó que esos
trabajadores presentaban cierta uniformidad de sentimientos y solidaridad
grupal, lo que se reflejó en los métodos que el grupo desarrolló para legitimar
sus acciones: consideraba delator al miembro que perjudicase a algún compañero
y presionaba a los más rápidos, a través de penalizaciones simbólicas, para
“estabilizar” su producción.
Esa cuarta fase permitió el estudio de las relaciones
entre la organización informal de los empleados y la organización formal de la
fábrica.
El experimento de Hawthorne fue suspendido en 1932 por razones externas, pero
la influencia de sus resultados en la teoría administrativa fue fundamental
para cuestionar los principios básicos de la teoría clásica, entonces
dominante.
Conclusiones del experimento de
Hawthorne
Este experimento permitió delinear los principios básicos de la escuela
de las relaciones humanas. Entre las conclusiones principales pueden
mencionarse a siguientes:
1.El nivel de producción
depende de la integración social. Se constató que el
nivel de producción no está determinado por la capacidad física o fisiológica
del trabajador (como afirmaba la teoría clásica), sino por las normas sociales
y las expectativas que lo rodean. Es su capacidad social la que establece su nivel
de competencia y de eficiencia, y no su capacidad de ejecutar correctamente
movimientos eficientes en un tiempo previamente establecido. Cuanto mas
integrado socialmente está en el grupo de trabajo, mayor será la disposición de
producir. Si el trabajador reúne excelentes condiciones físicas y fisiológicas
para el trabajo y no esta integrado socialmente, la desadaptación social se
reflejara en su eficiencia.
2.El comportamiento social
de los trabajadores. El
experimento de Hawthorne permitió comprobar que el comportamiento del individuo
se apoya por completo en el grupo. En general, los trabajadores no actúan ni
reaccionan aisladamente como individuos, si no como miembros de grupos. En
el experimento de Hawthorne, los individuos no podían establecer por sí mismo
su cuota de producción, sino que debían dejar que la estableciera e impulsara
el grupo. Ante cualquier trasgresión de las normas grupales, el individuo recibía
castigos sociales o morales de sus compañeros para que se ajustara a los
estándares del grupo. La teoría clásica no llegó a percibir que el
comportamiento de los empleados está influenciado por las normas y los valores
de los grupos sociales en que participan. Kurt Lewin verificó posteriormente
que el individuo se resistirá al cambio para no apartarse de los parámetros del
grupo, en tanto éstos permanezcan inmodificables. Debido a que el poder del grupo para provocar cambios en el
comportamiento individual es muy grande, la administración no puede tratar a
los trabajadores individualmente, como si fueran átomos aislados, sino como
miembros de grupos de trabajo, sujetos a las influencias sociales de estos
grupos.
Los trabajadores no
reaccionan como individuos aislados frente a la administración, a sus
decisiones, normas, recompensas y castigos, sino como miembros de grupos
sociales cuyas actitudes de hallan influenciadas por códigos de conducta grupal. Es la
teoría del control social sobre el comportamiento. La amistad y los grupos sociales de los trabajadores poseen significado
trascendental para la organización y, por lo tanto, deben ser considerados los
aspectos importantes en la teoría de la administración.
La teoría de las relaciones humanas contrapone el comportamiento social del
trabajador al comportamiento mecánico propuesto por la teoría clásica, basado
en la concepción atomística del hombre.
3.Las recompensas y
sanciones sociales. Durante el
experimento de Hawthorne se comprobó que los obreros que producían muy por
encima o muy por debajo de la norma socialmente determinada, perdían el afecto
y el respeto de los compañeros; así, los
trabajadores de la sala de montaje de terminales preferían producir menor y, en
consecuencia, ganar menos que poner en riesgo las relaciones de amistad.
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